Cada vez que intento enterarme de las noticias políticas en parte de Europa,
una profunda decepción me invade, comparable solamente con la decepción que
puede sentir un prepuber al descubrir que sus padres han llegado borrachos a casa.
He nacido en un país donde nadie se toma en serio, un lugar donde la gente
cree que puede poner las layes que le vengan en gana para cambiarlas en el
momento en que más le convenga. Es el caso del partido gobernante MAS, ya que
antes de su primer mandato las leyes bolivianas no permitían la re elección. En
2005 cambio las layes pues tenía y aun tiene la mayoría parlamentaria, permitiéndose
a si mismo y al vicepresidente postularse en una segunda campaña, en la cual
participó sin siquiera renunciar a su cargo. En éste cambio se hablaba de
permitir una reelección. El 2014 traen las nuevas elecciones y el gobierno ya
está hablando de cambiar una vez más la ley que ellos pusieron, para la re-reelección.
Un circo del país de los payasos.
Como yo pertenecía a ese grupo de personas que piensan que el pasto del
vecino es más verde, grandes eran las esperanzas cuando me fui a vivir a
Barcelona… el panorama político fue cambiando a medida que se avecinaba la
crisis, sospecho que el tinglado era caro de mantener. En pocos años los
gobernantes españoles han pasado por grandes juicios, corrupción, grabaciones secretas
y un largo etc. que ya no tengo ni fuerzas de explicar.
Pero seguía creyendo que el problema eran los otros, el país donde nací,
los gobernantes que no eran los míos… y leí la gran noticia sobre las
elecciones italianas, solo un poquito ya que la bilis que empezaba a secretar
me hacía dolorosa la lectura: Un 20% de los italianos cree que Berlusconi y
toda su mafia debe seguir gobernando. El movimiento 5 estrellas ese algo
indefinible, que no tiene más ideología que la de estar enojados… me pregunto ¿A dónde lleva tanta protesta, tanta rabia?
A medida que me hervía la sangre de solo pensar ¿Qué les pasa a los
italianos? ¿Qué les pasa a los españoles que reaccionan mientras la derecha se
embolsilla hasta el dinero de las propinas? ¿Alguien se ha puesto a pensar que
la rabia no es buena consejera?
El estado de bienestar que vive actualmente Europa y que por cierto está a
punto de perder, no es más que la excepción de la historia, no ha cumplido ni
un siglo y ya se está tambaleando, todos los derechos que ganaron a sangre los
abuelos de las actuales generaciones, no son obligatorios y sobre todo no son
eternos, en cualquier momento las cosas pueden cambiar, ya van cinco años de
aviso previo con tantos recortes en los beneficios de los ciudadanos.
¿Están enojados? Perfecto, ¿ahora qué se puede hacer?
¿Se sienten estafados? Lo entiendo ¿Cuál es el plan a continuación?
La cultura de la rabia no lleva a ninguna
parte, ese modo de hacer que justifica la mala voluntad “Me pagan menos, tengo
derecho a bajar la calidad de mi trabajo” “Me quitaron las vacaciones, paso
horas improductivas delante del ordenador” “soy infeliz y voy a hacer todo lo
que esté en mis manos para que todo ser que se me acerque tenga una vida
miserable”. Este fue el inicio de la ley del talión… y ya todos sabemos que en
ese entonces, el mundo era tuerto.
Invadida por la rabia de no comprender como es posible que la gente alrededor
mío no se de cuenta de la suerte que tienen de vivir en la excepción de la
regla, en el paraíso en comparación,
puedo verlo… la rabia se ha apoderado de mí y yo también quiero ser
vengativa, criticona e improductiva, pero esta rueda no lleva al destino que
busco y si me dejo vencer por la rabia me convierto en aquello que tanto
critico. Repito palabras que escuché recientemente, ya que nos hemos tirado
todos los cabellos, ya que nos hemos suicidado… queda levantarnos y trabajar
por un mañana mejor.
