Desde el punto de vista europeo he crecido en un lugar exótico, por lo que
mis recuerdos no coinciden con las estampas navideñas típicas, tendiendo a entrelazarce entre calor y días de lluvia o
combinaciones meteorológicas similares. Para mí la nieve no es más que un recurso
publicitario utilizado por Coca Cola. Bajo estas condiciones, hoy que me
encuentro por primera vez -cara a cara- con la nieve, no puedo evitar sentirme
como personaje de un cuento.
Y en mis cuentos, la nieve cae en gran tormenta, cubre todo el territorio,
se esconde el sol durante cuatro meses y el frio te obliga a vivir entre tabernas… el primer día de primavera,
como por arte de magia un rayo de luz rompe el cúmulo de nubes para cubrir con su calor aquella flor que se abre paso entre la nieve a la vez que un pajarito trina al compás
del dulce encuentro. El resto de la nieve se descongela organizadamente
siguiendo el curso de arroyos limpios y claros, dejando el resto de la
superficie seca y cubierta del pasto que ha sobrevivido corajudamente al
invierno.
Seguro que los estereotipos que tengo en la mente son el reflejo de los
libros que estudiaba en la escuela, esos que intentaban enseñarme que existían
cuatro estaciones aunque yo solo conocía dos, la de calor y la de frio… ninguna
contemplaba árboles desnudos o copos de nieve.
Y la realidad
dispuesta a competir con la ficción consigue que, el invierno en el mas alemán
de los todos los países eslavos resulte
ser un subir y bajar de las temperaturas donde la nieve se vuelve agua y el
agua hielo y las grandes pistas de patinaje de la mañana son piscinas de lodo a
medio día y escenarios indeterminados durante la noche.
Pero este aprender las artes de matrioska, este muñeco de nieve que soy
incapaz de formar, la falta de excusas para ser la única mujer que juega sola en
los parques, la alegría que me invade por las pequeñas cosas, esta vida que
surge en el contraste no estaba en los libros de texto.
Y aunque la nieve no resulte tan romántica como en mis libros de primaria
El ciclo que tiene me fascina tanto como
la vida.
2 comentarios:
JejeJeje es bueno tenerte de regreso en las letras
Gracias Pachibiris ;)
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